sábado, 19 de abril de 2008

EL LATIGO DEL OSCURANTISMO HABLA POR LA BOCA DEL ESTADO EN LA SOCIEDAD MODERNA



por: Andrés Henao
Director revista AL REVÉS
revistaalreves@yahoo.es




¡Los cañones y sus estruendos estrepitan silencio!

Que esta tierra alcance para todos no es un buen deseo en la sociedad de la propiedad privada. La tierra en nuestro actual orden social es para unos pocos y la concentración del 60% de las tierras productivas en Colombia recae sobre el 1.5% de los pobladores nacionales.

No, ¡es imposible!, dictan con bambalinas a los cuatro vientos los teóricos, los predicadores de la uniformidad, ideólogos del “despotismo ilustrado”, justificadores del actual orden de cosas, de la actual forma de desprecio. En mala hora “institucionalizan” que la superabundancia terrenal no puede fluir a todos y ha cada uno de nosotros libremente, democráticamente. ¡Hermanos! En verdad que nos han mentido, y tanto que se burlan y bofetean la inteligencia y ya no soportamos más, nos cansamos de tener los dientes apretados. ¿Qué no alcanza las montañas, el rió, el mar y el bosque? ¿Qué la comida no alcanza para todos? Mienten, ¡sofistas! ¡Títeres de la mala hora! Ya lo revelaron en el corazón de una patria: “PARA TODOS LA LUZ, PARA TODOS TODO”.

Mienten, niegan y se inventan teorías que muestran como verdades, constituyen entidades encargadas de fabricar datos y estadísticas para hacer más creíbles y serias sus mentiras, nos mienten día y noche, y niegan el pan, y niegan la salud y niegan la vida. ¿Dónde ocurre todo esto? ¿De que novela de ficción sacaron la anterior frase? Es el cotidiano colectivo, es realidad y ocurre aquí en el autodenominado estado social de derecho Colombiano y no lo dicen las estadísticas de aquellos organismos, lo grita de mil formas esta realidad y sus millones de caras y de rostros pálidos, sus millones de caras de rostros con hambre, con sed, con anhelo de otra vida, de una vida digna.

Yo creo, y esto lo digo a mi juicio, que en Colombia, por el hecho de nacer en este territorio, tienes el derecho a que la sociedad que le vas a servir y el estado que representa esta sociedad y al cual vas a tributarle, tienen el deber imperativo de acogerte, brindarte la seguridad social, posibilitar el desarrollo de todas tus facultades y capacidades, apoyarte, brindándote acceso al conocimiento, garantizar el derecho a una vivienda digna, garantizar realmente el derecho al trabajo digno, a la salud. Pero no, en el autodenominado estado social de derecho existen personas que se mueren de hambre, niños desplazados, desnutridos, madres y bebes viviendo en las orillas de las acequias, familias enteras sobreviviendo en las cloacas, la angustia, el miedo, el hambre todas esas cargas constantes asolando el espíritu, opacando el brillo de la alegría, impidiendo la plena felicidad. En el autodenominado estado social de derecho tienes que negociar tus derechos más fundamentales, comercializar con tu salud, pagar tu vivienda, pagar los impuestos al sueldo que ganas con tu esfuerzo. Y ¿el estado?... Este se presenta revestido de un nuevo papel, dejando atrás su antiguo rol de garante se presenta ahora con el rol de gerente-administrador. Estado administrador y comercializador de bienes y servicios oferta la salud a titulo oneroso, el estado te vende casas a interés social que son intereses muy altos en el mercado. El Estado te vende el derecho a estudiar o sino pregunta cuanto paga el que menos paga en una universidad pública. El Estado parece una empresa privada con un gerente y una junta administradora colocados allí por “una mano invisible”. No, el estado no te garantiza tu derecho a la vivienda, no democratiza la tierra ni la libertad, el estado oferta a su sociedad de consumo: bienes, servicios y derechos, oferta según la capacidad de pago que tienen sus administrados, su conglomerado social, su pueblo. Para eso utiliza diferentes estrategias de mercado, las cuales llama planes de desarrollo social. Estos son un conjunto de disposiciones y medidas, respaldadas por las instituciones para crear desarrollo material en la sociedad, el cual es pagado por ella misma hasta tres veces de más al mismo estado y a sus nuevos socios las multinacionales, a las cuales él previamente les ha vendido la franquicia y el derecho a usufructuar nuestro territorio, a entronizar nuestra soberanía.

“El gobierno en el estado moderno no es mas que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa” lo revelaba hace mas de 120 años atrás k. Marx y su sentencia sigue vigente y lo seguirá siempre que los fines del estado se revistan de los valores del modelo económico de la sociedad mercantilista. Valores esnobistas e individualistas que educan con fervor a la sociedad estructurando el pensamiento e incentivado la acción del individuo a realizar sus propios intereses de una forma egoísta donde usted gana y no importa que muchos pierdan, o no sucede así con la gran multinacional que triplica sus ganancias con la plusvalía (la fuerza de trabajo no pagada) ejercida sobre el trabajador asalariado., con la explotación que hacen del medio ambiente estos grandes depredadores para inflar sus cuentas tienen en riesgo la continuación de la vida en el planeta; una amenaza constante a la humanidad hecha por estas industrias y sus toneladas de tóxicos y venenos. A Colombia la llevan de la mano como a una niña chiquita al “desarrollo” a un supuesto fin que Hollywood presento a sus aprendices como un idilio mágico (esperanzas mágicas para pueblos alienados) en el que todos viviremos felices, seguro que “felices como ellos, la mano invisible que lleva a la niña Colombia, Estados Unidos de Norteamérica, que en 200 años de independencia a invadido mas países y extinguido mas etnias que los antiguos imperios del mundo” la barbarie de nuestro tutor político y económico EE.UU a sido de tal magnitud que ni los volcanes, tsunamis, tifones y huracanes han podido superarlo en la cantidad de muertos apilados en sus masacres y campañas de exterminio. O que fue lo que paso en Kosovo, Bosnia, Haití, Chile, México, Panamá, Cuba, el Congo, Alemania, Irak, Afganistán. Que hacían en la base las Américas en Panamá, entrenar desde el pentágono a dictadores y golpistas que ponen a su antojo como fichas de ajedrez en un juego de dominación planetaria en países de todo el mundo, Que hacen esas bases militares norteamericanas en tres esquinas, la Arandina, meta y amazonas, ¿que hacen todos esos mercenarios norteamericanos con sus catálogos de guerra y métodos de tortura en nuestro país?


La continuación de la retórica y la obsesión de fingir en la justicia

Los símbolos y signos de poder se imponen en nuestra cultura así mismo como en nuestras imágenes mentales, el lenguaje del dominador expresa terror y sometimiento y homogenización a las diversas formas y prácticas de ver e interactuar con el mundo, con la tierra y la vida. Muchas son las voces de Colombia, muchas las manos que ha esta tierra tocan. Y entonces para todos los que conformamos la nación los símbolos y los signos de poder no significan lo mismo, a todos la doctrina y los postulados de la racionalidad del actual gobierno Uribista colombiano no nos convence. No atrae su doctrina de seguridad democrática, cuando entendemos la democracia como un todo integral que no funciona operando por partes separadas y sueltas, la democracia no es la modernización de la estructura bélica y el aparato judicial desligado del desarrollo de una democracia real, democracia en la tierra, democracia en las fuentes de riqueza, democratizar los hidrocarburos, democratizar la economía. Tampoco gana mucha simpatía su revolución educativa. Pues para citar un caso concreto en la universidad del Tolima le cerraron las puertas a muchas personas que quisieran estudiar la carrera de profesional de ciencias sociales y humanidades única en el Tolima, cuyos núcleos temáticos giran entorno a la historia, antropología, sociología y otras ciencias humanas como la política, Indispensables al momento de pensar un proyecto de nación incluyente, independiente, con cohesión social y coherencia ideológica fundado sobre el más solidó humanismo de bases pacifistas y solidarias, de relaciones sostenibles y armoniosas con la naturaleza. Para encontrar salidas políticas y pacificas al grave conflicto psicológico y social que azota la nación, para esta ardua tarea se requiere el empeño de todos y cada uno de nosotros y especialmente de aquellos formados en el campo de las humanidades. Pero el gobierno cree que educando brazos técnicos para la producción y suspendiendo carreras para pensar y redimensionar la realidad social, cree que esto es hacer una revolución educativa.


La cultura del dominador

No he podido dejar de pensar que nuestra cultura es una cultura militarista que incentiva el pensamiento guerrerista, y este alto contenido de belicosidad se lo atribuimos en gran parte a las altas esferas del poder. Miremos por ejemplo la estética de la ciudad de Ibagué y fijemos nuestra atención en las estatuas de militares, de comandantes y otros almirantes que en nombre de cualquier ideología asediaron y asesinaron a otros que también eran del mismo pueblo. Pensemos por ejemplo en la estatua del comandante y fundador de Ibagué Andrés López de Galarza, situada al lado del puente al frente del sena, no se por que tenemos que idolatrar a un genocida, no se por que adulamos a quien extermino a mas de 7 lenguas indígenas, quien saqueo, mato niños y violo a muchas mujeres. No se por que desconocemos nuestras raíces amerindias y olvidamos que somos “América mestiza” que en Colombia perduran mas de 78 dialectos, mas de 78 dioses…. Que en el Tolima viven actualmente comunidades Pijaos, Coyaimas. Viven familiares directos de todos estos muertos que instigo el comandante de los navíos de rapiña de la corona, comandante que muy “honrosamente” inmaculamos en un monumento, el monumento al asesino, al militar. Que vergüenza siento cuando pienso en estos indígenas del sur del departamento que vienen a su capital Ibagué y encuentran la estatua donde orgullosamente magnificamos e idolatramos la obra de uno de los protagonistas del macrocidio indígena, el asesino de sus antiguos ancestros el comandante Andrés López de Galarza. No se por que no le hemos levantado mejor una estatua a la tolerancia, o mejor, a una ave endémica del Tolima, al mismo nevado, que se yo, otro ejemplo para que nuestros hijos admiren. Pero nuestra cultura militarista nos muestra y enseña a pensar como militares.

Cruzando la niebla


El sistema de valores que motiva gran parte de nuestra vida humana, sistema de valores del modelo de la economía de mercado, sistema que irradia sobre una sociedad de brazos y bocas cerradas, la sociedad de consumo, sus “pautas de vida” ha venido reproduciendo una ideología que se encuentra en crisis, unas estructuras a escala económico y político que requieren ser deconstruidas con prontitud. Los viejos valores de la sociedad capitalista serán arrancados del seno de la sociedad, este ha de ser el compromiso ético y filosófico de un nuevo ser. Un ser comprometido con la voz de la historia con la voz de la patria. Este ser político, fuerza altruista y transformadora será capaz de enfrentarse sin temor alguno a todas aquellas injusticias y ultranzas a las que ha sido sometido sin consideración el pueblo colombiano por tantos años. Este nuevo ser ha venido evolucionando en la mente y el espíritu de muchos que han de encontrarse un día juntos y ese día latirá furioso el corazón de Colombia, de América latina, se ha de sentir la gran hecatombe histórica, se desatara el inicio del profundo cambio, se realizara la esperanza y se vivirá la utopía. Este ser pensante educado por la historia escribirá las nuevas hojas del porvenir en la historia con su libertad, con su lucha llenera esas hojas de su autonomía, independencia y soberanía.

Se gobernara y será gobernado por el mismo, no será un gobierno entreguista de materias primas, no hipotecara su país, ni será un gobierno seudo-democrático, tampoco será vulnerable a las intromisiones en su política interna y su soberanía por parte de países mas poderosos y de firmas extranjeras. Será libre y soberano construido por sus nuevos hijos, una generación que esta por fuera del alcance de los intereses capitalistas y mercantilistas, que aprendió a querer su patria con otros ojos, a amarla “desde adentro, desde abajo”. A sentir su olor a montañas y ríos, a cantarle y a bendecirle todos los días. A vivir y a luchar por ella hasta el día en que por fin la madre tierra “la pacha mama” no tenga dueños si no hijos, hijos huéspedes todos ellos. Ya nadie se entretiene mirando el cielo, el danzar de los planetas, pocos son los que se estremecen al ver nacer el sol, o se interesan en conocer la nieve del nevado del Tolima. Y esto es muy importante por que así suene AL REVÉS, no se vive solo para hacer dinero, ni para ser un instrumento de la producción, se vive para gozar, para bailar, para cuidar de los otros y cuidar la naturaleza, se vive para amar y hacer el amor, y se puede vivir así sin fronteras, sin propiedad y hasta sin ejércitos. Te invitamos que seas uno de esos que ve el mundo de otra forma, de los que piensan el mundo AL REVÉS un mundo entero para todos, un mundo racional y pacífico.

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