jueves, 13 de diciembre de 2007

Homenaje póstumo al escritor tolimense

Hugo Ruiz Rojas



Como dice el título de un escritor tolimense, “No todos llegaron aquel viernes” y así fue. El escritor también tolimense Hugo Ruiz no llegó al final de aquel viernes 7 de diciembre de 2007 en el que se prendían las velas en honor a la virgen María, y en el que, sin proponérselo, hubiese sido una despedida muy singular a un gran personaje de la literatura tolimense, porque el día de la muerte de Hugo tenía que suceder algo, así fuera prender las velas en honor a algún muerto.

Escritor de múltiples cuentos, un gran narrador que pasó los años de su vida hablando de Borges, Eliot, Prousse, Guimaraes Rosa, kavafis, William Faulkner, Albert Camus, Julio Cortázar, Juan Rulfo y hasta de Márquez, también, hablaba de los Griegos… clásicos, pero que en sus palabras permanecían intactos como libros que “uno tiene que leer y releer para saber como es que esta gente escribe lo que escribe” —decía, en los constantes talleres que guiaba— y en el que en los últimos tiempos no dejaba de hablar de Franz Kafka, hablando permanentemente del autor y su obra, continuando lo que en muchas ediciones, sin hacer, o por falta de presupuesto se quedó sin escribir, sin embargo, en oídos de “sus estudiantes” hacen eco sus palabras. Palabras de un autor comprometido con la literatura, que no le importaba si le pagaban o no, si la clase era en un salón o en un café, lo importante es que el volumen estuviera moderado para poder charlar.

Hugo Ruiz, tolimense, un poco renuente al chauvinismo regional, querido por muchos como escritor destacado de la década de los 60´s y por el que se escribieron varias líneas de admiración en su favor, no veía la literatura como regional o nacional, para él la literatura era universal, “como deben ser todas las artes” decía en alguna charla, en algún café o en alguna parte, “no entiendo como esta gente…” al mismo tiempo que una mano suya se colocaba en ademán de asaltarlo alguna reminiscencia, “recuerdo una vez que estando en España sonó El Bunde tocado por una banda local y yo me paré inmediatamente…como orgulloso… pero eso son maricadas… la literatura es una sola y muchas al mismo tiempo, uno tiene que saber escribir, soportar la critica y esperar que el tiempo juzgue lo que es bueno o es malo”.

El escritor se despertó aquél día. Estiro su mano intentando coger los cigarrillos,
Sintió como el día seguía creciendo. Una pequeña bocanada de humo ya era expulsada de su boca. (Como en uno de sus cuentos más reconocidos `Un pequeño café al bajar la calle`) Hubiese sido un día perfecto para ir a beber un par de cervezas o un whisky, porque ese no le hacia daño para su diabetes, tal vez el cigarro si le hiciera daño para su cáncer, pero ya había fumado toda la vida, uno más no era un problema. Si le hubiesen preguntado, a cerca de su salud, seguramente hubiese respondido. “No pasa nada, uno tiene que morirse algún día, tarde que temprano uno se muere, mientras, lo que le toca a uno es vivir”
No todos llegaron aquel viernes, o tal vez, para mucha gente, si. La cita era otra, la cita era con quienes todavía lo recuerdan, con quienes se gastaba horas hablando de cómo es que se debe escribir, de que lo único que hace falta para escribir, es leer y escribir, bien o mal, mejor bien, pero escribir, el tiempo dirá.
El Colectivo Avivavoz le dice adiós a un gran escritor, a un gran maestro. Así la gente, y finalmente él, como la canción de mecano, diga: “otro muerto, otro muerto que más da, si está muerto que lo entierren y ya está, pero no es sin ton ni son de momento se acabó la discusión”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, muertes como esa solo dejan muerte en aquellos que vivimos con él, el problema es que al resto nos toca seguir "vivos".

V

(Qué bueno encotrar un homenaje para Hugo, sin embargo, ojo con la redacción del blog)